¿Siervos Inútiles?

¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú? ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos. (Lucas 17, 7-10)

Duras palabras las de Cristo, por supuesto que nos gustaría que hubiese dicho algo así como “Luego de un largo y duro día de trabajo el siervo llega y su amo debe servirle y darle de comer…” Sin embargo es Él quien enseña acerca del servicio en el orden correcto y la importancia de lo que se hace y obedece. Llega al punto de decir “¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no” Si querías saber como pensaba Jesucristo, aquí tienes un ejemplo. Pero sabemos que lo que el Señor enseña es honorable, puro y perfecto.


SIERVOS INUTILES

Alguna vez escuché a un hermano orar diciéndole al Señor “soy tu siervo inútil y aunque así sea pon tus ojos en mí por piedad” y como la oración me pareció modesta y de recogimiento, la adopté para mi manera de orar. Con el tiempo comprendí que no era correcto. Cuando uno tiene sellado en el corazón que Dios es nuestro Padre, entiende algunas cosas como por ejemplo que Dios quiere hijos humildes, con un corazón siempre dispuesto y una mentalidad de líder ¿Pero querrá nuestro Padre del Cielo hijos que se humillan y se sienten disminuidos? ¿Cómo es eso de siervos inútiles? ¿Querrá Dios siervos inútiles? Veamos el contexto de este tema.

Dice la palabra “¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no.” Es una cuestión de cumplir órdenes y aunque nuestra cultura ha cambiado y solemos ser más “educados” y condescendientes al respecto, debemos saber que la gratitud más allá de la buena educación es un merecimiento. ¿Qué podría hacer yo para merecerme las gracias de mi Padre del Cielo? Dice su palabra que incluso haciendo TODO lo que me manda, soy un siervo inútil. ¿Cómo? Y siempre lo seré mientras sólo me limite a lo que me mandan.

Inútil significa que no es útil. ¿Quieres ser útil para el Señor? Tienes que ir más allá de sus mandatos. Dios da órdenes pero otras cosas son alternativas. Evangelizar es una orden del Cielo, pero llevar los corazones afligidos a Cristo para que sean consolados es una opción. Honrar a los padres es una orden pero mimarlos y consentirlos por agradecimiento a su amor es una opción, no matar es una orden, pero recuperar la vida de quienes aunque vivos por fuera están muertos por dentro, es una opción. Si sólo haces lo que Dios manda eres un siervo, pero inútil. Si haces más allá de lo que Dios manda entonces eres un hijo de Dios que sirve y serás muy útil y te será encargado más porque has sido fiel en lo poco.

Si lo notan, varias parábolas de Jesús implican un mayor esfuerzo del esperado. La parábola de los talentos o de las vírgenes revela esta visión de ir más allá. El joven rico preguntó a Cristo ¿Qué debo hacer para ganar mi morada en el Cielo? He cumplido todos los mandamientos. Y Jesús le respondió “Falta una cosa” ¿Cómo podía faltar algo más? Siempre su mensaje fue ir más allá. Él nos amó hasta el extremo, fue más allá de lo que podríamos comprender, dio su vida por nosotros.

EL ESFUERZO ADICIONAL

“Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú.” La cena se prepara durante la noche, y en este caso luego de un largo día de trabajo. La palabra “cíñete” es lo que nosotros conocemos como ponerse una faja para hacer un esfuerzo adicional. Como cuando las personas que trabajan cargando grandes pesos deben fajarse. ¿Por qué dijo el amo prepárame la cena, cíñete, y sírveme? Porque eso requería además un esfuerzo adicional.

Alguna vez me enseñaron que los siervos siempre comen y descansan como siervos cuando están entre siervos, por eso siempre prefieren estar cerca del amo, porque cuando comen cerca de él y descansan cerca de él, comen lo que el amo come y descansan bajo su techo. ¿Qué mejor si nuestro Señor es el Dios del Universo, dueño de todo y de todos? Pero comer de su mesa, de su comida y morar con Él requiere un esfuerzo adicional. Luego de hacer todo lo que hay que hacer porque es nuestro deber, debemos estar dispuestos a servirle, por amor a su nombre y porque queremos ser útiles a su amor y su misericordia.

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