Lo que eres capaz de hacer

En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor. (Lucas 6, 12 – 16)

La gran elección


Jesús pasó orando toda la noche ¿alguna vez has orado toda una noche? Sólo imagínalo, muchas veces no soportamos más de 5 minutos y es que nuestra corazón por estas épocas suele estar tan atolondrado y ansioso que concentrar el pensamiento y el sentir en una sola cosa nos es difícil. Pero ¿toda la noche? Algo importante debía venir que necesitaba más que hablar, escuchar al Padre, venía la elección de los doce que se encargarían de llevar la semilla de la palabra. Vaya decisión, habían tantos discípulos y muchos de ellos justos y merecedores de tamaño privilegio. Pero los planes del Padre se reducían a doce. ¿Los doce mejores? ¿Escoge Dios según su justicia o según nuestra justicia?
Imagina que semejante decisión hubiese caído en tus manos. ¿Qué buscarías en quienes escoges? ¿Qué sean los mejores? ¿Los más obedientes? ¿Los más inteligentes? ¿los más estudiados? ¿Qué sean teologos? ¿Los que mejor sabían hablar? ¿Los de mejor carácter? ¿Los más amorosos? Qué difícil.

El Zelote

Una de las decisiones de elección de Jesús revela en parte sus razones. Simón llamado el Zelote. Los zelotes eran una facción subversiva y armada que luchaban contra el yugo opresor de Roma, e incluso terminaron enfrentándose a los mismos fariseos. Definitivamente no eran personas pacíficas o que creyeran en la diplomacia. Ellos buscaban la libertad a través de los medios que fueran necesarios.

Simón el Zelote seguía a Cristo, quizá su poder lo habría cautivado porque si era un gran profeta tenerlo del lado de la “causa” sería lo mejor, además tenía en sí mismo un mensaje revolucionario. Si era el mesías, entonces era cuestión de tiempo verlo entrar en acción. A este personaje escoge el Señor. Me pregunto, si hubiésemos estado allí ¿qué le habríamos dicho al Señor sobre esa decisión?

Pero el Señor no mira lo que has hecho, no mira lo que estás haciendo, no mira ni siquiera tu entorno, el mira tu corazón y lo que eres capaz de hacer. El mira el potencial que llevas por dentro. Carácter, fidelidad, pasión, voluntad de cambio, convicción, disposición para seguir hasta la muerte por los ideales. Todo eso enfocado hacia la causa correcta, con los métodos correctos, con las herramientas correctas ¿qué resultado tienes? Un apóstol dispuesto a todo para llevar el evangelio a donde nadie se atrevería. La tradición cuenta que predicó en Persia y fue apresado y cortado en dos por una sierra de leñador por los adoradores del dios sol de esa cultura.
Jesús puso sus ojos sobre Saúl, luego llamado Pablo. ¿No era Pablo un asesino a ultranza de cristianos? Si pero Dios no vio lo que hizo o hacía, vio lo que llevaba en el corazón porque ese mismo ímpetu que llevaba para el mal, lo podía utilizar para la gloria de Dios.

Lo que hoy queremos que sepas es que Dios ha puesto sus ojos en ti no por lo que haces o has hecho, no por lo que tienes o no tienes, no le interesa si sabes hablar o no, si llevas tu vida en santidad o no, Él ya pagó el precio para que tus pecados sean perdonados, si estas arrepentido de corazón y si decides llevar a tu vida el sacramento de la reconciliación y la maravilla de la Eucaristía. El ha puesto sus ojos en ti por LO QUE ERES CAPAZ DE HACER, porque el potencial, la semilla preciosa que llevas en el corazón es para que por sus frutos sea glorificado nuestro Señor, y Él te de vida y vida en abundancia. No lo olvides.

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